Hablemos

Quiero que me des unas explicaciones.
A tu edad, ya estoy empezando a pedírtelas, pero es necesario para que podamos entendernos mejor.
Quiero que me digas cómo es posible que no te enojes cuando hay que hacerte una nebulización, por ejemplo. Muy por el contrario, a vos te gusta eso.
¿O cómo puede ser que te despiertes de tan buen humor?
¿Cómo hacés para despertarme de la manera que siempre le pedí a tu mamá que lo haga, y después de varios años, jamás aprendió? Y vos lo hacés solito sin que yo te haya explicado cómo hacer para despertarme del modo que más me gusta.
¿Cómo es que te mantenes entretenido con cositas que encontrás en todo mi desorden?
¿Cómo hacés para lograr convertir en juguete lo que yo tiraría a la basura, o lo que es peor, jugás con cosas frágiles y útiles para mí? Igual tenés la habilidad de hacer lo que querés sin temor a que yo te diga algo...
No pretendo que me respondas todo esto ahora, tenemos lo que resta de mi vida para que me contestes este cuestionario que se hace muy necesario para mi saber, por que hay cosas que todavía no logro comprender, y te juro que no es mi culpa.
Porque...
¿Sabés qué es lo que me dijeron?
Me dijeron que desde el momento en que vos nacieras yo no iba a dormir como antes, y eso en parte es verdad, pero los demás no saben lo que es dormir con vos, tal vez sí con otros nenes, pero no con vos.
También me habían dicho que no iba a poder hacer mis cosas, a las que estaba acostumbrado, por que iba a tener que dejar de hacer muchas de ellas para poder estar más pendiente de lo que hicieras. Pero lo que no me dijeron es que las cosas que puedo hacer con vos son perfectamente justificables si en algún momento me doy cuenta de que no hice nada de lo que me gusta o necesito por hacer algo que necesites.
¡¡Mocoso!! Cómo es posible que hagas lo que hagas sea para mi grandioso, cuando hace un tiempo atrás un nene que se había hecho caca había que dejarlo a no menos de 10 kilómetros de donde yo me encontrara.